Tsai Ing-wen, líder del Partido Democrático Progresista (DPP, por sus siglas inglesas), se reunirá el mes próximo en Tokyo con los representantes del Partido Democrático Liberal, ahora en el poder.
"Estamos extremadamente preocupados por las actividades de Tsai en Japón y absolutamente en contra", ha dicho esta mañana el portavoz del Ministerio de Exteriores, Hong Lei.
"Pedimos a Japón que se aferre al principio de una sola China y a las promesas hechas a China sobre el asunto taiwanés, y que no dé espacio ni excusas a nadie para expandir la independencia taiwanesa", ha continuado.
Las relaciones a ambas orillas del estrecho de Formosa han mejorado desde que el nacionalista Ma Ying-jeou ocupa el poder de la isla.
El Gobierno actual ha abrazado el pragmatismo y eliminado las proclamas independentistas, lo que ha permitido un espectacular incremento de los vínculos económicos, comerciales y políticos.
Pero el DPP representa tradicionalmente las posturas más beligerantes y Tsai ha repetido que sólo los taiwaneses son dueños de su futuro, lo que ha sido interpretado por Pekín como un alegato independentista.
El DPP es favorito para ganar las próximas elecciones debido al desgaste del actual Gobierno y el sentimiento antichino cada vez más acentuado en la isla, lo que conduciría a las tensiones del pasado.
Taiwán disfruta de una independencia de facto pero no la ha declarado formalmente por las amenazas militares de China.
Los nacionalistas se refugiaron en Taiwán tras perder la guerra civil contra los comunistas de Mao en el siglo pasado y, desde entonces, Pekín trabaja para anexionarla.