La compañía tiene un plazo de 21 días para cesar la labor del servicio, de lo contrario se enfrentará una multa de 10.000 euros por cada violación de la orden. La multa total no podrá superar el millón de euros.
A mediados de septiembre Bruselas fue escenario de protestas contra Uber, que reunieron a unos 1.300 taxistas de Bélgica, Francia y Alemania.
Uber, con sede en San Francisco, opera en decenas de países del mundo y permite a conductores no profesionales o sin licencia de taxi ofrecer servicios de transporte a través de su aplicación móvil.
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La empresa ha sido objeto de duras críticas en todo el mundo, sobre todo por parte de los taxistas que la acusan de competencia desleal y de poner en peligro a los clientes.