El fiscal general del Estado, Yehuda Weinstein, se oponía a que se decretara una sentencia mínima para delitos de este tipo y recomendaba que si se emitía una orden temporal no fuera por más de un año.
La sentencia mínima de cuatro años es la quinta parte de la máxima que se puede recibir por lanzar piedras o cócteles, que son 20 años de cárcel. Netanyahu dijo al término de la reunión del gabinete que su deseo era cambiar lo que “se había convertido en norma, que uno pudiera lanzar objetos letales sin respuesta”.
La nueva orden está dirigida a los palestinos, a quienes la policía y el Ejército suelen arrestar por arrojar piedras o cócteles. En diversos casos, también ciudadanos israelíes —generalmente colonos judíos en territorio palestino ocupado o religiosos ultra-ortodoxos- tiran piedras pero no se les acostumbra a detener.