Se va a implementar "uno de los más grandes programas de seguridad en la historia de Estados Unidos para una sola persona" en las tres ciudades que visita el jefe de la Iglesia Católica, dijo al diario The New York Times el exagente del Servicio Secreto, Jonathan Wackrow, antes de la llegada del Papa.
"El nivel de protección destinado al papa Francisco es igual o mayor que el que se provee al presidente de Estados Unidos", agregó Wackrow, quien formó parte del equipo que estuvo a cargo de la seguridad del presidente Barack Obama durante su ceremonia de asunción, en 2013.
Equipos especializados en la desactivación de bombas, puestos de control ubicados en plena calle y diversos dispositivos de la más alta tecnología trabajarán en conjunto para garantizar la seguridad del Papa.
Solo en Nueva York, donde Francisco estará dos días, habrá más de 6.000 agentes policiales destinados a la protección del jefe de la Iglesia Católica, según informó el Departamento de Policía de la ciudad.
La presencia del Papa en Nueva York coincide con la 70ª Asamblea Nacional de la Organización de las Naciones Unidas, a la que Francisco se dirigirá el viernes y a la que arribarán más de 140 jefes de Estado y de Gobierno de todo el planeta, incluidos Obama y sus homólogos de Rusia, China, Brasil, Francia e Irán, entre muchos otros.
Tema: 70º sesión de la Asamblea General de la ONU
Por si esto fuera poco, a los agentes los espera un desafío adicional: la expresa voluntad de Francisco de apartarse de los protocolos e interactuar con el público durante sus recorridos, lo que agrega dificultades al operativo de seguridad.
"Cuando voy por la calle, bajo la ventana (del vehículo), así puedo sacar mis manos y saludar a la gente", declaró el Papa en una entrevista a la televisión brasileña, país que visitó en julio de 2013.
"Es todo o nada; o hacés el recorrido como tenés que hacerlo, con comunicación humana, o no hacés nada", agregó, según consignó el New York Times el martes.
"Yo voy a visitar a la gente y quiero tratarlos como gente, tocándolos", se excusó.
Por este motivo, los directores del Servicio Secreto viajaron al Vaticano para observar de primera mano cómo se comporta el Papa ante las multitudes.
El director del Servicio Secreto, Joseph Clancy, dijo al New York Times que al Papa la gente la acerca banderas, muñecas "y, obviamente, bebés".
"Es difícil, porque no queremos que nuestros agentes tengan una reacción desmedida; él (por el Papa) tampoco quiere ver eso, pero no queremos que se nos escape nada", expresó el director del Servicio Secreto.
En Filadelfia, en tanto, las autoridades resolvieron cerrar puentes y autopistas durante los dos días que el jefe de la Iglesia Católica permanecerá en la ciudad, en el marco de un operativo inédito y de mayor alcance que los que se realizan cuando los presidentes la visitan, según informó el viernes el diario The Washington Post.
Francisco arribó a Washington el martes y permanecerá en la capital del país hasta el jueves, día en que partirá hacia Nueva York, donde estará hasta el viernes; el sábado y el domingo culmina su gira en Filadelfia.