"Durante las pruebas literalmente nos caímos de la silla, esperábamos vérnosla con automóviles limpios, sin embargo, los indicadores de contaminación superaban en 30 veces el máximo, eso nos resultó muy extraño; comprobamos esos mismos modelos en el laboratorio y aquí los indicadores eran menores que los límites; por lo visto, algo andaba mal", señaló German.
German detectó esta violación y transmitió la información a la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EEUU (EPA), y al Departamento de Recursos Aéreos de California.
El Gobierno de EEUU obligó al consorcio a retirar 482.000 vehículos de las marcas Volkswagen y Audi, vendidos en el país entre 2009 y 2015.
La compañía también podría ser sancionada con una multa de hasta 18.000 millones de dólares.
Según el experto, se realizaron investigaciones adicionales en la Universidad de Virginia Occidental, que confirmaron que las pruebas de laboratorio diferían considerablemente de los resultados de campo.
"En los círculos profesionales llamamos esto 'dispositivo de derrota' (Defeat Device), que permite engañar a los inspectores; a todas luces, funcionaba a la perfección", indicó el experto.
Hasta el momento no queda claro cómo funciona ese equipo, que permite determinar si el automóvil está siendo inspeccionado en condiciones de laboratorio o se encuentra en la calle, afirmó German.
"Desconocemos con certeza qué parámetros fueron usados, EPA tampoco las divulga", sentenció.
Según admitió Volkswagen, la falsificación de datos de las pruebas ecológicas sobre contenido de sustancias tóxicas en los gases de escape de los automóviles afecta a hasta 11 millones de vehículos por todo el mundo.
Por su parte, los productores de la ACEA (Association des Constructeurs Europeens de L'Automobile) declararon que observan atentamente el escándalo con Volkswagen, pero consideran que se trata de un caso aislado que no afectará toda la rama.
"Nada indica que el escándalo de Volkswagen se refleje en toda la rama", señala una declaración de la asociación.
En tanto el Ministerio de Transporte de Alemania negó que tuviese conocimiento de la utilización de programas en los automóviles de la Volkswagen que adulterasen las pruebas ecológicas.
"El Ministerio de Transporte no sabía nada de tecnología alguna que falsease los niveles de contaminación", señaló un representante de la entidad.
Sin embargo, varios meses atrás el Ministerio había admitido que conocía el problema existente; en aquella ocasión la entidad declaró que recrudecerían las normas, pero sin especificar acciones concretas en esa dirección.