"A mí me tomaba dos horas venir de mi barrio Ciudad Satélite a la ciudad", contó a Sputnik Nóvosti Luciana Choque, habitante de El Alto que trabaja en La Paz.
"Los minibuses son lentos, nos dejan en cualquier parte y nos cobran por tramos. Nos tratan mal, hasta nos riñen. El teleférico me sirve, ahora bajo en 45 minutos más o menos. Además la vista es linda", acotó.
Desde su inauguración en 2014, el teleférico ha sido objeto de reportajes de medios de todo el mundo por la maravillosa perspectiva que ofrece de estas urbes anidadas en los Andes.
Un informe oficial concluyó que el teleférico transporta actualmente a un promedio de tres pasajeros por cabina, cuando estas tienen capacidad para 10.
"Pocas veces voy acompañada", contó a esta agencia Lourdes Bejarano, vecina del barrio de Alto Obrajes, donde se encuentra una de las estaciones más vacías del sistema.
"Si fuera de mi barrio al centro de la ciudad, seguro que más gente lo usaría", señaló.
En contrapartida está el sistema de minibuses municipales PumaKatari, que con un costo de 22 millones de dólares transporta 22.000 pasajeros por día, mientras que el teleférico transporta 87.000 pero a un costo 10 veces mayor.
"Es un proyecto de largo plazo. La ocupación es solo un indicador", explicó a Sputnik Nóvosti el gerente general de Mi Teleférico, César Dockweiler.
"Mi Teleférico cubre todos sus costos de operación, de mantenimiento, limpieza, a sus trabajadores, todo con los recursos que recauda. El Estado no da un centavo más", añadió.
La instalación del sistema de transporte requirió una inversión del Gobierno de 234 millones de dólares, pero Dockweiler aseguró que esta podrá recuperarse "en 30 años, más o menos".
El teleférico no recibe ningún tipo de subvención, sino que genera recursos propios que "van a varias bolsas, una bolsa es para recuperar la inversión, otra es para los bonos, y otra parte va a un fondo que nosotros tenemos para los mantenimientos mayores", explicó el gerente.
Eficiencia cuestionada
"Lo que pasa es que el teleférico no va a los lugares donde necesitamos. En mi caso me sirve más el PumaKatari. Cuando amplíen el servicio va a ser todavía mejor porque ahora no puedo pasar por el centro de la ciudad", dijo a Sputnik Nóvosti José Gutiérrez, vecino de la zona sur de La Paz por donde pasa el autobús municipal y no el teleférico.
Por su parte, el periodista y analista Raúl Peñaranda hizo eco de los cuestionamientos en su columna para el diario Página Siete: "Habiendo gastado la friolera de 234 millones de dólares, las tres primeras líneas del teleférico transportan sólo a cuatro por ciento de los dos millones de pasajeros que existen diariamente en La Paz y El Alto (y el PumaKatari transporta uno por ciento).
Para Peñaranda, el servicio del minibuses es 42 por ciento más eficiente que Mi Teleférico.
El sistema de transporte por cable, que se ampliará a cinco nuevas líneas gracias a una inversión de 450 millones de dólares, tenía un trazado original presentado por el presidente Evo Morales que procuraba unir barrios populosos, alejados y faltos de servicio de transporte de calidad.
Sin embargo, arguyendo razones técnicas y por la inestabilidad de suelos, Mi Teleférico anunció un nuevo tramo que deja de lado a barrios necesitados y coloca la ruta encima de una avenida del barrio de Miraflores, que tiene servicio de transporte constante a menor precio, lo cual ha generado polémica.