El santo pontífice invitó "al santo Pueblo fiel de Dios que camina en Cuba (…) pueblo que tiene gusto por la fiesta, por la amistad, por las cosas bellas, pero que también tiene heridas", y que "marcha con esperanza, porque su vocación es de grandeza", a cuidar "los dones que Dios les ha regalado" y a no descuidarlos "por proyectos que puedan resultar seductores, pero que se desentienden del rostro del que está a su lado".
Al mismo tiempo Francisco instó a las decenas de miles de cubanos que asistieron a la misa celebrada este viernes en la Plaza de la Revolución a no olvidar que "la importancia de un pueblo, de una nación, de una persona siempre se basa en cómo sirve a la fragilidad de sus hermanos".
En eso, insistió el papa Francisco, "encontramos uno de los frutos de una verdadera humanidad".
"Hacernos cargo por amor no apunta a una actitud de servilismo, por el contrario, pone en el centro la cuestión del hermano: el servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su projimidad y hasta en algunos casos la 'padece' y busca la promoción del hermano", precisó.
Añadió que por esa razón el servicio al prójimo nunca "es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a personas".
El jerarca religioso llamó igualmente a proteger los logros alcanzados en el proceso de armisticio en "la querida tierra de Colombia" para que "la sangre vertida por miles de inocentes durante tantas décadas de conflicto armado" sea premisa de una reconciliación definitiva.
"No tenemos derecho a permitirnos otro fracaso en el camino de paz y reconciliación", dijo Francisco al instar a la paz en Colombia.
En la plaza más importante de la capital cubana se encuentran además los presidentes de Cuba y Argentina, Raúl Castro y Cristina Fernández de Kirchner.
En Washington, el papa Francisco se reunirá con el presidente estadounidense, Barack Obama, y dará un discurso en el Congreso.
Se trata de la tercera visita que un santo pontífice realiza a la isla de Cuba, país que cuenta con el 70% de su población bautizada en la Iglesia Católica, además de ser esa la religión referente del país.
Sin embargo, solo un 10 por ciento de la población de la isla asiste a misa los domingos o profesa de alguna manera su fe.