"La austeridad es una opción política, no una necesidad económica", denunció este martes en el Congreso de la Federación de Sindicatos (TUC, en sus siglas en inglés), que se celebra en Brighton, localidad costera del sur de Inglaterra.
El veterano de la izquierda radical acusó a los conservadores de ser "negadores de la pobreza" que cierran los ojos a las "colas crecientes en los bancos de alimentos, ignoran la galopante crisis de vivienda y potencian la limpieza social en muchos barrios de nuestras ciudades".
Corbyn marcó la diferencia con sus predecesores en la dirección del partido defendiendo con orgullo el "lazo orgánico" entre los movimientos sindicalista y laborista.
"Quiero que los sindicatos y el partido trabajen en sintonía y haremos las cosas juntos y de una forma diferente", dijo en Brighton.
El nuevo líder laborista quiere aprovechar la revolución en la comunicación digital para ampliar el "proceso democrático" abriendo la planificación y definición del programa laborista a "la contribución de todos los sectores de la sociedad".
Dio el primer paso en esta dirección horas después de confirmarse su liderazgo, solicitando por correo electrónico la remisión de cuestiones que el público quiere que plantee a Cameron en la habitual sesión parlamentaria de preguntas al primer ministro.
En su discurso de hoy, Corbyn advirtió que el Gobierno tory "ha declarado la guerra al trabajo organizado" con un proyecto de ley de reforma sindical que "es una amenaza a las libertades de todos los individuos".
Y echando mano de la denuncia de un diputado conservador sobre el mismo texto legislativo, señaló que Cameron pretende "imponer la estrategia de Franco" para hundir el movimiento sindical y restringir el "derecho de asociación, de protesta y de libre discurso".
"Vamos a luchar contra este proyecto de ley y lo derogaremos en 2020", afirmó insuflando esperanza en la audiencia sobre una victoria laborista en las próximas elecciones generales.