En una rueda de prensa ante las cuatro columnas del arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch que representan las cuatro barras de la senyera (bandera catalana), el político insistió en que "cuanto más masivo sea el mandato más dificultades tendrá el Estado para negarse a una negociación" con Bruselas.
La mayoría de encuestas auguran una victoria ajustada de las formaciones independentistas.
"Si llega una propuesta tendremos que escucharla y en función de la oferta tendremos que hablar y preguntar a la gente, pero en estos momentos sobre la mesa no hay nada", aseguró.
El político, que lidera una coalición formada por nacionalistas moderados y plataforma ciudadanas, volvió a acusar al Estado español de retener a Cataluña a la fuerza con "amenazas constantes y permanentes".
Pero recalcó que Cataluña no tiene ningún problema con la sociedad española, sino "con las estructuras del Estado".
Esta fricción desaparecerá con la secesión y cuando Cataluña negocie de igual a igual con Madrid.
Entonces, agregó, las relaciones serán "fructíferas, cordiales y útiles en beneficio de todo el mundo".
"El objetivo final pasa por construir y agrandar las relaciones de Cataluña con el Estado, no beneficia a nadie una situación permanente de tensión y conflicto", explicó a los periodistas en la explanada de Montjuic, la colina frente al mar de la capital catalana.
Romeva no se pronunció sobre lo dicho por Mas, que comparó el discurso del líder de Podemos, Pablo Iglesias, los catalanes de origen español con el discurso del expresidente conservador José María Aznar: "Esto yo no lo he oído y no voy a opinar", zanjó.