Se trata ante todo del uso de esos procesadores en equipos personales y teléfonos de última generación, pues se supone que este paso mejoraría la imagen de Lenovo ante los consumidores.
Por el momento se desconocen los detalles de los futuros acuerdos, el representante de Baikal-Electroniks, Andréi Malféyev se negó a comentar la noticia, pero afirmó que su empresa espera que crezca la demanda por parte de clientes estatales, que podría ser un bono en la competencia con otros productores.
El procesador Baikal-T1 fue creado en Rusia, pero se produce en Taiwan, en la planta TSMC, una de las mayores productoras de tecnologías digitales a nivel mundial