"Los atacantes vestían uniformes militares y estaban bien equipados", afirmó a la agencia el gobernador provincial adjunto Ali Ahmadi, que añadió que los atacantes habían "roto las cerraduras y liberado a 355 prisioneros".
Kamikazes vestidos con uniformes militares hicieron detonar sus cargas explosivas junto a las puertas de una cárcel de la región este de la provincia de Ghazni a primera hora de la mañana, abriendo el camino al resto de militantes, que asaltaron la penitenciaría.
Según Ahmadi, cuatro atacantes murieron, al igual que los cuatro policías que vigilaban la entrada, mientras que siete policías resultaron heridos durante el asalto a la cárcel.
El Ministerio del Interior de Afganistán confirmó estas cifras, mientras que el portavoz talibán Zabihullah Mujahid declaró que solo tres atacantes perdieron sus vidas, mientras que el resto escapó junto con los prisioneros.
Por su parte un funcionario, que evitó identificarse, declaró que parte de los reos más peligrosos, unos 150, detenidos por actividades contra la seguridad nacional, fueron trasladados anteriormente por los servicios de inteligencia.
En 2008 los militantes talibanes propiciaron la fuga de cerca de mil presos en Kandahar sur embistiendo camión con explosivos contra la puerta de una cárcel, acción que costó la vida a 15 guardias.