Más de 2.000 autobuses han llegado de toda Cataluña para participar en una fiesta cívica y familiar que tendrá su momento culminante a las 17.14 horas, una hora que conmemora la derrota catalana frente a la tropas borbónicas en 1714.
"Hoy es el día más feliz de mi vida", dice a Sputnik Nóvosti Montse, una maestra jubilada que acaba de llegar desde Lérida para participar en este acto reivindicativo que se ha convertido en la gran demostración de fuerza de los independentistas catalanes.
Este año, el 11 de septiembre, Fiesta Nacional de Cataluña, ha coincidido con el arranque de la campaña electoral.
La coalición del presidente catalán Artur Mas, que lidera todas las encuestas, ve los comicios del 27 de septiembre en clave plebiscitaria ante la imposibilidad de convocar un referendo pactado con el Gobierno central.
Cerca de 500.000 personas se habían inscrito para participar en una movilización que ha empezado antes de la hora ante la inmensa afluencia de personas que han colapsado gran parte de la capital catalana.
En 2014, la Policía de Barcelona cifró en 1.800.000 las personas que participación en la marcha, 200.000 más que en la histórica concentración de 2013.
Mientras, la Delegación del Gobierno español en Cataluña rebajó el número a entre 470.000 y 520.000.