La resolución fue aprobada por mayoría con 136 votos. Seis países rechazaron el documento, entre ellos EEUU, Canadá, Gran Bretaña, Israel y Japón. Otras 41 naciones se abstuvieron, básicamente los Estados de la Unión Europea.
"La Cancillería griega dio en enero instrucciones claras al embajador en la ONU para participar activamente en el comité de la ONU sobre las restructuraciones de deuda y votar a favor de la resolución", subraya Kotzias en una declaración publicada este viernes.
Además sostuvo que hay documentos y telegramas que confirman estas directivas.
"Ese cambio de posición a instancias del ministro interino de Finanzas ha rebasado el marco de las facultades del Gobierno interino. Como mínimo lo hubiera consultado con el anterior primer ministro electo Alexis Tsipras", remarcó Kotzias.
De este modo Syriza se ha distanciado de esa decisión del Gobierno interino de Grecia, un país con una deuda del 180 por ciento del PIB.
La abstención ha sido calificada también como una "vergüenza" por el nuevo partido Unidad Popular (UP), que se escindió de Syriza.
La UP subrayó que la delegación helena votó así por orden de Tsipras y del líder de Nueva Democracia, Vangelis Meimarakis.
"Siguiendo las órdenes de Bruselas, como ovejas, la delegación griega se ha abstenido en esta votación histórica. Los que han apoyado el memorando con los acreedores son los responsables de este acto vergonzoso", reza un comunicado de la facción.