“En 24 horas no ha habido disparos, lo que nos da la posibilidad de planear los próximos pasos políticos, económicos, humanitarios y sociales que nos permitirán reintegrar este territorio en Ucrania. Para esto debemos expulsar a los grupos armados rusos y restablecer el control de Ucrania sobre parte de la frontera con Rusia”, dijo Poroshenko el viernes a la prensa.
Las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, al no reconocer la legitimidad del golpe de Estado de febrero de 2014, anunciaron la formación de “repúblicas populares”.
Tras los referendos llevados a cabo en mayo, estas provincias se autoproclamaron independientes y formaron sus propias estructuras estatales.
Kiev, por su parte, no reconoce la independencia de estas provincias, y en abril de 2014 lanzó una operación militar contra las milicias independentistas. Según los últimos datos de la ONU, ya hay unas 8.000 víctimas mortales.
Las autoridades ucranianas y sus aliados en Occidente acusan a Rusia de interferir en los asuntos internos de Ucrania y estar implicada en las hostilidades en el este del país, algo que Moscú ha desmentido en repetidas ocasiones.