Se trata de una victoria para Argentina, país promotor de la iniciativa que mantiene un conflicto ante la justicia estadounidense con varios fondos especulativos (o buitres) sobre el pago de su deuda soberana.
Votaron en contra de la iniciativa Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Alemania, Israel y Japón. En la lista de abstenciones figura España.
El presidente del grupo que redactó la resolución y llevó a cabo la negociación de la misma durante un año, el embajador de Bolivia, Sacha Llorenti, arremetió contra el Fondo Monetario Internacional (FMI) por haberse negado a participar en el debate, "dejando su banca vacía todo el rato".
Llorenti aseguró que los responsables del FMI "se negaron a recibir al comité" que preside y que finalmente una reunión solo fue posible gracias a la intervención directa del secretario General de la ONU, Ban Ki-moon.
"El FMI es un organismo del sistema de Naciones Unidas (…) el FMI tiene que reformarse y democratizarse", enfatizó Llorenti.
Victoria diplomática para Argentina
En la Asamblea, el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, declaró que la resolución obra "a favor de la estabilidad económica y de la paz social".
Por su parte, el ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, manifestó su satisfacción, asegurando que la resolución hará que el mundo sea un lugar mejor y "libre de buitres".
Se trata de una victoria diplomática para Argentina, país que mantiene un contencioso ante la justicia estadounidense con varios fondos especulativos (o buitres) que le reclaman el impago de su deuda tras la crisis del 2002.
La resolución de la ONU incluye nueve principios, entre ellos la inmunidad soberana de los Estados frente a cualquier tribunal nacional extranjero en lo concerniente a la reestructuración de sus deudas.
Los nueve principios que deberían ser respetados por los acreedores son: soberanía, buena fe, transparencia, imparcialidad, tratamiento equitativo, inmunidad soberana, legitimidad, sostenibilidad y reestructuración de la mayoría.