"Podrán enfrentarse a penas de entre tres y seis años de prisión, mientras anteriormente estaba prevista solo una multa", precisó Ambrósimov en declaraciones a RIA Novosti.
Explicó que los refugiados sirios suelen llegar de Moscú a la ciudad rusa de Murmansk, en el noroeste, para luego cruzar la frontera noruega.
Así, cada taxista debe comprobar si sus pasajeros tienen todos los documentos necesarios para la entrada en el reino, dijo Ambrósimov.