Entre ellos figuran el ministro de Defensa, Stepán Poltorak; el jefe del Estado Mayor General, Víctor Muzhenko; el comandante de las tropas terrestres de las Fuerzas Armadas, Anatoli Pushniakov; el comandante de la Guardia Nacional, Nikolái Balan.
El Comité indica que "por orden deliberadamente criminal" de estos militares "y con el fin de eliminar a un grupo de rusoparlantes de la autoproclamada república popular de Donetsk, la artillería pesada realizó bombardeos de precisión contra infraestructuras civiles ".
Según Markin, aquellos ataques se saldaron con 45 muertos y más de 160 heridos, además de más de un centenar de edificios dañados.
La investigación rusa también abrió expedientes contra el líder del Partido Radical ucraniano, Oleg Liashko, y varios combatientes del batallón Azov bajo sospechas de haber realizado secuestros, torturas y empleo de medios y métodos de guerra prohibidos.


