"Irán, Turquía y Rusia, a pesar de las distintas posturas, tienen clara su responsabilidad colectiva hacia la estabilidad de la región", dijo Medvédev.
"La diferencia en las economías de estos tres países no es un obstáculo para coordinar una política exterior común", opina Medvédev, quien participa en la conferencia internacional Desafíos y Amenazas para la Seguridad Regional en el Medio Oriente y el Cáucaso: factores externos y contradicciones internas, que tiene lugar en la universidad de la Unión de Cámaras de Comercio y Bolsas de Materias Primas de Turquía (TOBB por sus siglas en turco), en Ankara.
Sin embargo, la efectividad de las políticas de Moscú para reforzar la cooperación dependen en gran medida del nivel de entendimiento mutuo entre Ankara y Teherán.
"Para el Kremlin es importante que las contradicciones en las relaciones turco-iraníes no obstaculicen un eventual acercamiento entre dos potenciales aliados de Rusia. De lo contrario, la cercanía entre dos Estados podría interpretarse como una alianza contra el tercero, lo que amenazaría la estabilidad regional", subrayó el politólogo.