"El análisis de los datos obtenidos ha mostrado que en la historia geológica hubo al menos dos continentes árticos, pero no uno como se creía antes", señaló uno de los autores del estudio, el Prof. Dmitri Metiolkin.
En el estudio se usó el método paleomagnético que permite detectar la ubicación de los bloques de la corteza terrestre en el pasado, porque las características del campo magnético "se graban" en rocas en el momento de surgir.
Formado hace unos mil millones de años, el continente Arctida I (llamada también Hiperbórea) formaba parte de un supercontinente, Rodinia, que incluía todos los continentes que conocemos hoy.
Rodinia se desintegró hace unos 750 millones de años y al mismo tiempo se fragmentó Arctida I, para renacer como Arctida II durante la Era Mesozoica, junto con la formación de un nuevo supercontinente, Pangea, hace unos 250 millones de años.
Los actuales Tierra de Francisco José y el archipiélago Svalbard (Spitzberg), así como otras tierras del norte como las plataformas continentales de Chukotka y Alaska, estructuras insulares de América del Norte y otras cercanas a Groenlandia son restos de Arctida II.