La media de edad de las menores casadas se situó en torno a los 15 años, siendo sus parejas una media de 9 años mayores, según el estudio.
De hecho, el estudio reveló que en la franja de edad entre los 15 y los 17 años existen al menos 567.000 menores casados en todo Brasil.
En la gran mayoría de los casos, un embarazo no deseado obliga a las jóvenes parejas a albergarse en el domicilio de los progenitores, donde desarrollan su propio núcleo familiar.
Todo ello situaría a Brasil como el cuarto país del mundo con mayor número de matrimonios infantiles, aunque esto no tendría en cuenta a China, Irán, Israel, Kuwait, Libia, Omán, Catar, Arabia Saudí, Túnez o Emiratos Árabes Unidos, de los cuales no existen datos.
El matrimonio infantil, unión en la que uno de los cónyuges no alcanza la edad adulta, está definido como una violación de los derechos humanos por la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CIDN), la misma convención que Brasil firmó en 1990 y que está respaldada por el Código Civil brasileño, que solamente permite el matrimonio entre menores de 18 y mayores de 16 con consentimiento expreso de los padres o en caso de embarazo.