"El desafío principal que enfrenta la economía global es el hecho de que su crecimiento se mantiene moderado y resulta desequilibrado", dijo Lagarde tras la reunión de los ministros de Finanzas y jefes de los Bancos centrales de los países G20 en Ankara.
Al mismo tiempo destacó que "el próximo año se prevé un cierto restablecimiento de las posiciones".
Añadió que "los índices del crecimiento de productividad, tanto los países desarrollados como en desarrollo, se mantienen en un nivel bajo".
En ese sentido, Lagarde destacó la necesidad de "una política coordinada que tenga como objetivo vencer dichos desafíos".
En particular, abogó por "una política monetaria estimuladora en los países desarrollados, por medidas que logren fortalecer el presupuesto y las reformas estructurales".