"Estamos en este escenario del último recurso, no hay otra, se ha probado todo", aseguró Mas al precisar que "en circunstancias normales las elecciones se hubieran hecho a finales de 2016, cuando concluía la legislatura, pero no estamos en circunstancias normales".
El político tuvo que dar explicaciones en el Parlamento catalán por la supuesta corrupción de su partido y el cobro de comisiones ilegales.
Mas aseguró que, ya en 2013, avisó de que las elecciones "no eran su instrumento favorito", pero que estaba dispuesto a convocarlas como último recurso "para que los catalanes puedan votar" y posicionarse sobre la independencia.
El dirigente catalán, que ve en clave plebiscitaria la convocatoria electoral, señaló que esta situación se produce por la "falta de diálogo" del Ejecutivo central.
Mas también ha defendido su candidatura, Junts pel Sí (Juntos por el sí), que engloba gran parte de los partidos y asociaciones independentistas como "una operación sin precedentes" en defensa de "un objetivo concreto, que es la independencia".
Según el político, este tipo de coaliciones "refuerzan" el carácter "plebiscitario" de las elecciones.
Ante esta situación, el dirigente catalán aseguró que el domingo 27 de septiembre, cuando se celebren las elecciones, "se contarán los votos y diputados a favor del sí y a favor del no".
"Tanto en el 'sí' a la independencia como en el 'no' hay matices, es evidente, pero esa noche se contará así, seguramente es injusto que se haga de esta forma, pero esa noche lo que se mirará es esto", insistió Mas.