El grupo conformado por indígenas, algunos de ellos encapuchados, demanda del gobierno el desarrollo de planes productivos en el campo, para lo cual exigen un monto equivalente a unos 800.000 dólares para financiar 230 proyectos agropecuarios.
La presión de una comisión negociadora de los manifestantes, que también se encuentra dentro del edificio, llevó a que el ministro Iragorri y representantes del Gobierno se reunieran en el lugar para la búsqueda de una solución a las demandas de los indígenas, tras lo cual abandonaron la sede la mayoría de trabajadores de la cartera que estaban retenidos.
La toma del Ministerio no desencadenó ningún hecho de violencia ni incidentes en los alrededores del ministerio, donde continúan los diálogos entre las partes.