“La mayoría de los periodistas españoles tenemos la sensación de que la censura y la autocensura se han introducido crecientemente en las redacciones. Y muchos colegas piensan que el poder político y económico ha intentado y a menudo ha conseguido poner de rodillas a los periodistas”, afirma Ramírez.
“Eso significa que los medios de comunicación que han perdido la rentabilidad están siendo cada vez más vulnerables a presiones y están perdiendo la independencia”, afirma.
Ramírez explica que la crisis ha supuesto el hundimiento del modelo de negocio de la prensa española. Una dramática caída de la publicidad y al mismo tiempo los nuevos hábitos de consumo de información coincidieron con la bajada de las ventas de ejemplares de las ediciones impresas. La simultaneidad de esos dos fenómenos provocó una pérdida de rentabilidad de los periódicos.
“Esa pérdida de rentabilidad ha ocasionado una mayor vulnerabilidad de los periódicos establecidos en España, que son más dependientes que nunca de los favores del Gobierno y de las administraciones regionales, es decir, los poderes políticos y de los poderes económicos”, dice Ramírez.
Según el periodista, en todos los periódicos en España las decisiones editoriales están muy condicionadas por los propietarios y por los directivos que, de alguna manera, ejercen el papel de intermediarios e interlocutores con el poder político.
“El poder político utiliza la presión sobre los propietarios para condicionar las decisiones de la redacción. Eso es muy habitual en estos momentos en los grandes medios establecidos en España”, denuncia.
Presiones políticas
Ramírez fundó en 1989 el diario El Mundo, que bajo su dirección se convirtió en uno de los diarios de mayor tirada en España. En 2014 fue cesado como director por los propietarios y poco después anunció el lanzamiento de un nuevo proyecto mediático, El Español, que se estrena oficialmente este otoño.
En julio de 2013, publicó en El Mundo unos mensajes de SMS de Rajoy al tesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, que según Ramírez demostraban que el presidente del Gobierno apoyaba a su subordinado a pesar de saber que tenía escondidos 25 millones de euros en Suiza.
“Creo que la portada que publiqué en El Mundo hubiera hecho caer a cualquier jefe de Gobierno en Reino Unido, desde luego al presidente de EEUU o al jefe del Gobierno alemán. Era una pistola humeante, porque el último mensaje de apoyo a Bárcenas lo había enviado Rajoy varios días después de que el juez hubiera descubierto la fortuna oculta de Bárcenas en Suiza. Era una prueba de la responsabilidad política de protección de la corrupción”, dice Ramírez.
Explica que Rajoy se mantiene en el poder porque cuenta con la mayoría absoluta en el Parlamento, por lo que “está blindado contra cualquier denuncia”.
Recuperar la rentabilidad
Según Ramírez, las mismas fuerzas políticas que estuvieron detrás de su cese como director de El Mundo estarían interesadas en que no hubiera un nuevo medio independiente en España. Pero, según él, no pueden impedirlo.
“No pueden hacer nada porque tenemos los recursos financieros. Es una paradoja, pero los que maniobraron para mi destitución como director de El Mundo son los principales financiadores de El Español, porque he destinado mi indemnización como director íntegramente a la financiación del proyecto”, explica.
Además, el nuevo proyecto cuenta ya con unos 5.500 pequeños accionistas que han contribuido con 3,6 millones de euros, batiendo de lejos el record mundial crowdfunding en la categoría de periodismo. Hay también otros accionistas que representan instituciones independientes, como una Universidad privada, un grupo de revistas o un grupo hotelero que tienen participaciones pequeñas aunque significativas en el proyecto.
“Nuestra independencia desde el punto de vista de la estructura del capital está garantizada y de los recursos también”, asegura el periodista.
La ambición del nuevo proyecto es conseguir la rentabilidad y por lo tanto asegurar la independencia a través de desarrollo digital.
“¿Cuáles son las fuentes de ingresos? Por un lado la publicidad y por otro lado, y esto es muy importante en el modelo de negocio de El Español, los suscritores. Antes de nacer ya hemos superado la barrera de los 9.000 suscriptores”, explica Ramírez.