Según ha comunicado el portavoz del Ejecutivo húngaro, Zoltan Kovacs, la medida que está en manos del Parlamento y se sumaría a la valla de alambres de púas que se levanta en la frontera con Serbia para impedir el paso de los ilegales de África y Oriente Medio que buscan llegar a Alemania y otras naciones con alta calidad de vida.
Entre tanto, la policía húngara ha indicado que la jornada anterior registró la cifra récord de 2.500 inmigrantes y en total este mes ingresaron en el país unas 34.000 personas, en su mayoría procedentes de Siria.
Además la televisión ha informado sobre un choque entre los ilegales en un centro de acogida, en el que la policía ha llegado a utilizar gas lacrimógeno.
Austria también ha tomado medidas ante la marea de inmigrantes, señala el diario digital The Local.at.
El ministro de Defensa del país, Gerald Klug, ha anunciado que el Ejército enviará a la frontera más de 500 soldados.
En el primer semestre del año Austria recibió más de 28.000 solicitudes de asilo, casi la misma cantidad que en 2014.
Las autoridades pronostican que este año las peticiones podrían sumar 80.000.
"Por ahora solo estamos tratando de reforzar el control de la frontera que realiza la policía", apuntaron en el Ministerio de Defensa búlgaro.
Al mismo tiempo, admitieron que es bajo el riesgo de que los inmigrantes ingresen en el país ya que las autoridades cumplen rigurosamente el procedimiento de registro que dificulta a los ilegales cruzar el territorio búlgaro en su periplo hacia su destino.
En este contexto, según comunicaron varios medios, la Comisión Europea ha abierto una investigación en relación con 18 de los 28 estados de la Unión Europea por infracciones de la legislación comunitaria sobre el asilo, entre ellos Alemania, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal y Suecia.