Según el representante de EY, "Rusia debe tener la posibilidad, al ser el mayor socio económico y vecino de China, de convertirse en parte de este programa".
"Por ello el tema del desarrollo del Lejano Oriente y la búsqueda de posibilidades de interacción con China en diversos sectores de la economía se torna para nosotros muy presente", destacó el experto.
Según Ívlev, durante los últimos años las inversiones directas de China en el mundo crecieron hasta alcanzar los 100.000 millones de dólares.
Ívlev observó que "somos testigos de cómo el eslogan Made in China se convierte en Made for China".
"Además, según valoraciones del Ministerio de Desarrollo Económico de China, las inversiones de este país en otras naciones se incrementarán anualmente en un 10 por ciento durante los próximos cinco años y sobrepasarán el volumen de inversiones extranjeras en China", reflexionó.
El especialista destacó que esto, "sin lugar a dudas, modificará el mapa mundial económico; tanto la Ruta de la Seda terrestre como la marítima permitirán a China y a los países asiáticos diversificar las direcciones de sus inversiones de las ya tradicionales África y América Latina a Europa y EEUU", concluyó.
En 2013 China anunció su nueva estrategia de desarrollo económico: "Un cinturón, una vía", encaminada a la creación de infraestructuras y establecimiento de relaciones entre los países de Eurasia.
Esta estrategia incluye dos direcciones de desarrollo claves, el cinturón económico de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda marítima.