"La integración en la OTAN sigue siendo una prioridad para Georgia. Mantenemos el optimismo de que en la cumbre de la OTAN en Varsovia (en 2016) se evaluará positivamente el trabajo hecho por Georgia en el marco del paquete otorgado durante la cumbre de 2014 en Gales", dijo el diplomático en una entrevista a Anadolu.
Mencionó además que está en los intereses de Tiflis mantener buenas relaciones con sus vecinos.
"Deseamos buenas relaciones con nuestros vecinos, esto traerá estabilidad y prosperidad a la región", dijo Koplatadze.
El diplomático hizo hincapié en que Georgia no pretende perjudicar a Rusia con su ingreso en la OTAN.
"Desafortunadamente no es fácil convencer a Rusia de que queremos unirnos a la OTAN no porque estemos en contra de un país en particular, sino por nosotros mismos; queremos ingresar en la UE por el mismo motivo, para que nuestro país sea un mejor lugar para vivir", añadió.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov ha declarado que Rusia tomará medidas de contingencia si la OTAN da pasos concretos a favor de "engullir" Georgia.
La cooperación institucional entre Georgia y la OTAN se inició en 1994, cuando Tiflis inició su participación en el programa Asociación para la Paz.
Después de la 'revolución rosa' en 2004, la cooperación entre Tiflis y la Alianza se fortaleció aún más. En abril de 2008 en la cumbre de miembros de la OTAN se reafirmaron los planes de incluir a Georgia y Ucrania a la Alianza una vez cumplan con los estándares de admisión.
Durante la cumbre de la OTAN en Gales en septiembre de 2014, se adoptó un paquete de medidas que facilitarían la membresía de Georgia en la Alianza.
Este paquete contempla abrir en Georgia un centro de entrenamiento donde se realizará la preparación de soldados de la Alianza y de países socios de la OTAN.
No obstante, la carta de la OTAN impide el ingreso a países que mantengan conflictos territoriales sin zanjar, como es el caso de Georgia desde la guerra de 2008.
Rusia introdujo tropas y desplazó a los militares georgianos de la república.
Saakashvili acusó entonces a Moscú de librar una guerra "en nuestro propio territorio" y pidió la ayuda urgente de EEUU.
A finales de agosto del mismo año, Moscú reconoció la independencia de Osetia del Sur y de otra ex autonomía georgiana, Abjasia, que habían proclamado su secesión de Georgia ya a finales de la década de 1980.
Actualmente la independencia de Abjasia y Osetia del Sur es reconocida, además de Rusia, por Nicaragua, Venezuela y Nauru; Georgia sigue considerándolas su parte integrante y les propone amplia autonomía.
