Obama prometió en caso de necesidad "incrementar los suministros de misiles a Israel, acelerar la cooperación en materia de defensa antimisiles y estimular el desarrollo del sistema de detección de túneles y tecnologías de navegación".
El mandatario norteamericano también se pronunció a favor de realizar acciones conjuntas con Israel y los países del Golfo Pérsico para oponerse a “los intentos de Irán de desestabilizar la situación en Yemen”, “mantener la presidencia de Bashar Asad en Siria” y además “apoyar a Hezbolá en el Líbano”.
Irán y seis potencias –Reino Unido, China, Francia, Rusia, EEUU y Alemania– lograron el 14 de julio un acuerdo sobre el programa nuclear iraní que impone restricciones al programa nuclear de Teherán para excluir su posible dimensión militar a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales y unilaterales que afectan, en particular, a las exportaciones de petróleo y al sistema financiero.
En correspondencia con la ley aprobada en mayo en EEUU, el Congreso debe aprobar los acuerdos con Irán antes del 17 de septiembre.
Prácticamente la mitad de los senadores norteamericanos, 47 personas, llamó abiertamente a no aprobar este acuerdo ya que, según ellos, el nuevo presidente de EEUU lo cancelará.
Los republicanos critican fuertemente el acuerdo nuclear con Teherán y para que este logre ser aprobado por el Congreso, la administración norteamericana requerirá del apoyo de los demócratas más influyentes.