El cerebro en miniatura se parece al de un feto de cinco semanas y podría usarse para probar medicamentos contra el alzhéimer y el parkinson, ya que las zonas que suelen verse afectadas por estas enfermedades se forman en las primeras fases del desarrollo del cerebro, según informaron los científicos que cultivaron el cerebro.
“Será muy problemático influir sobre la detención del desarrollo del alzhéimer” sobre el cerebro cultivado, indicó Shabalin calificando, al mismo tiempo, el órgano artificial de “un gran avance”.
A su juicio, “el cerebro cultivado es necesario para obtener células madre, sin embargo, la influencia de estas células en diferentes tejidos sigue siendo un asunto abierto” y “es muy difícil saber qué obtendrán (los científicos) gracias a los órganos cultivados”.
La enfermedad de Alzheimer se manifiesta habitualmente por una pérdida de la memoria inmediata y de otras facultades mentales, a medida que las neuronas mueren y se atrofian diferentes zonas del cerebro. La enfermedad suele tener una duración aproximada de diez años desde el momento del diagnóstico. La mayoría de los enfermos del Alzheimer son personas de la tercera edad pero también se ha detectado en más jóvenes.
Según las previsiones, la morbilidad del alzhéimer en todo el mundo podría alcanzar 100 millones de personas hasta 2050.