Anteriormente, al intervenir ante la Cámara de los Comunes Yvette Cooper, ministra del Interior del Reino Unido en las sombras, declaró que el país no debe comenzar nuevas acciones militares contra el EI antes de la publicación del informe de la Comisión de Chilcot sobre la participación de efectivos británicos en la campaña de Irak de 2003.
"Lo que se vendió al público británico como una guerra contra el terror y para frenar el terrorismo lamentablemente lo ha multiplicado por cien", dijo Al Hamdoon en una entrevista con Sputnik.
A juicio del presidente de la MAB, la guerra que EEUU lanzó en Irak en 2003 y a la cual se unió el Reino Unido fue ilegal y provocó un gran sufrimiento a la población civil de la zona.
El derrocamiento "del dictador Sadam Husein produjo un gran vacío en la seguridad en la región y… llevó (al poder) a un Gobierno dirigido por la secta chií", indicó precisando que "ambos factores condujeron al crecimiento del EI en la región".
Según el presidente de la MAB, es vital que la Comisión de Chilcot termine su investigación y publique las conclusiones.
"Creemos que el Reino Unido debe seguir jugando un rol en la guerra contra el EI, pero debe hacerlo en cooperación y colaboración con el resto del mundo y, especialmente, con los ciudadanos de Irak que son los más afectados por el auge del EI", manifestó.
Tema: Lucha contra el Estado Islámico
La investigación que preside Sir John Chilcot, se puso en marcha en 2009 y hasta hoy no ha fijado aún una fecha para la publicación de sus conclusiones.
EEUU y sus aliados invadieron Irak en marzo de 2003 y oficialmente retiraron sus tropas en 2011. Cerca de 200.000 soldados y civiles fallecieron a causa de la guerra, que resultó en el derrocamiento del régimen de Sadam Husein.
Según el Ministerio de Defensa del Reino Unido, 179 militares británicos murieron durante la guerra en Irak.