Durante la inmersión el líder ruso pudo ver los restos de una fragata hundida del siglo XI y un gran número de ánforas antiguas.
Además, durante el descenso Putin felicitó a los miembros de la Sociedad Geográfica Rusa por el 170º aniversario de la institución.
Compartiendo sus impresiones con los periodistas, el mandatario ruso reveló que la inmersión le pareció “interesante”.
Cuando le preguntaron a Putin, si se sentía mejor en tierra o bajo el agua, respondió que “claro, se está mejor en casa”.
El descenso se produjo en el marco de la visita de Putin a Crimea.
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En 2013 el jefe del Estado ruso también descendió en un batiscafo a las profundidades del Golfo de Finlandia, provincia de Leningrado, para observar una fragata rusa hundida en 1869.
En 2011 se sumergió en el fondo de la bahía de Tamán para ver la llamada Atlántida rusa, una parte inundada de la antigua ciudad de Fanagoria.
El entonces jefe del Gobierno emergió a la superficie con dos ánforas antiguas en las manos.