Últimamente ha crecido el número fallecidos obesos que requieren de un ataúd excesivamente grande, además, los hornos crematorios tampoco pueden asimilar este tipo de féretros.
Por otra parte, surge otro problema, debido a la obesidad, algunos fallecidos tienen que ser depositados en la tumba con montacargas.
Un portavoz de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias indicó que todas las empresas correspondientes se enfrentan a la necesidad de “comprar un número cada vez mayor de féretros grandes cada año, ya que la cantidad de personas obesas muertas sigue creciendo”.
Según los datos, más de un 65 por ciento de escoceses adultos son obesos, el misma problema tiene el 62 por ciento de ingleses y el 58 por ciento de galeses.
La obesidad le cuesta a Escocia, donde un 27,1 por ciento de su población es obesa, 4.600 millones anuales.