"Por lo menos cuatro tiendas de armas en EEUU han colgado letreros que indican la prohibición del ingreso para musulmanes desde los ataques del 16 de julio" en el que, escribe la publicación, "las autoridades dijeron que un musulmán de 24 años con un historial de drogadicción y problemas mentales fue el responsable".
"Estas declaraciones fanatizadas no se diferencian en nada de los letreros que dicen 'solo para blancos' que fueron comunes durante una época de la historia de nuestro país que creíamos haber abandonado", dijo en un comunicado Ibrahim Hooper, director del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas.
Por su parte, Michael McConell, director del Centro de Derecho Constitucional de Stanford, dice que es posible que los locales en cuestión podrían no estar sujetos al Artículo II de la Ley de Derechos Civiles de EEUU –el que prohíbe la discriminación por creencia religiosa– si caen bajo la categoría de "clubes privados".
"Cada Estado tiene leyes que cubren la discriminación en lugares públicos", dijo McConell.
Con todo, precisó que los tipos de discriminación varían.
"Si a un musulmán le niegan el servicio en uno de estos establecimientos, puede iniciar una demanda", dijo McConell, aunque advirtió que "a menos que el caso de discriminación le ocurra a una persona en particular, dudo que pueda hacerse algo al respecto".