Las autoridades de ocupación han entrado en estado de alerta ante la posibilidad de que un desenlace fatal origine protestas y disturbios en Cisjordania, incluida Jerusalén.
Abogado de 33 años natural de un pequeño pueblo cercano a Nablús, al norte de Cisjordania, Allan es el primer prisionero palestino cuya situación se ha deteriorado hasta el punto de necesitar ventilación asistida.
La abogada que lo defiende, Abir Baker, dijo el jueves que Allan tiene dificultades para identificar a las personas que se ponen delante de él, ve borrosamente y tiene dificultades para hablar.
El prisionero se ha negado a recibir medicamentos y vitaminas.
Allan se encuentra en situación de "prisión administrativa" desde hace nueve meses, es decir, que está en la cárcel sin haber sido acusado formalmente.
Es el Ejército el que dictamina por su cuenta que Allan constituye un peligro para la seguridad de Israel sin aportar pruebas ni llevar al prisionero ante los tribunales.
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Recientemente Israel ha liberado a dos palestinos que se hallaban en situación de prisión administrativa y seguían una huelga de hambre, pero ahora el Ejército se muestra reacio a hacer lo mismo con Allan y asegura que crearía un precedente que podría llevar a todos los prisioneros palestinos a realizar huelgas de hambre para ser liberados.