En particular, el jefe militar afirma que Moscú "tiene serias posibilidades de realizar operaciones altamente complicadas en Ucrania".
El este de Ucrania vive un conflicto armado desde abril de 2014, cuando las nuevas autoridades ucranianas iniciaron una operación militar contra las milicias de Donbás, región disconforme con el violento cambio de Gobierno que tuvo lugar en febrero del mismo año.
Tras varios meses de hostilidades, en Donbás se impuso un alto el fuego que el Grupo de Contacto, conformado por Rusia, Ucrania y la OSCE, aprobó el 12 de febrero pasado en Minsk.
Sin embargo, ambos bandos del conflicto –que ya se ha saldado con más de 6.800 muertos y casi 17.100 heridos, según las estimaciones de la ONU– denuncian a diario violaciones de la tregua.
Los países occidentales y Ucrania acusan a Moscú de injerencia en la crisis de Donbás y de apoyo a las milicias.
Rusia subraya que dichas acusaciones carecen de pruebas y reitera que no participa en el conflicto en el este de Ucrania, además afirma que EEUU está utilizando el conflicto para incrementar la presencia de la OTAN junto a las fronteras rusas.