El nuevo vehículo de seis ejes, afirma la edición, tiene una sección adicional sobre el primero y el segundo ejes para probablemente llevar personal y equipos para el lanzamiento y la corrección de la trayectoria.
También cuenta con un compartimento para las comunicaciones por satélite, lo que sugiere que requeriría mayor ancho de banda para los datos que se necesitan para operar un misil más sofisticado.
A diferencia del lanzador estándar que lleva tres misiles, la nueva unidad porta dos, lo que indicaría que son misiles de mayor tamaño.
Se cree que se trata del misil antibuque YJ-18, una adaptación china de los misiles de crucero rusos Club-K.
El Club-K que, según los expertos occidentales puede cambiar por completo las reglas de la guerra moderna, está dotado de un propulsor turborreactor que se desprende al alcanzar el proyectil la velocidad del sonido. Luego el misil utiliza un motor de cohete para lograr velocidades supersónicas de hasta Mach 3 en los últimos 50 kilómetros de su trayectoria.
Sin embargo, según la edición, el gran diámetro del nuevo misil chino apunta a que podría tratarse del misil tierra-aire HQ-26 de largo alcance o de otro misil supersónico.
Este enorme vehículo militar y el misil que podría llevar son señales de que China está inmersa en un plan para desarrollar y desplegar armas nuevas como parte de su estrategia para incrementar su influencia en la región Asia-Pacífico, concluye la edición.