"Cada ejercicio es visto como una provocación por la otra parte y alimenta una dinámica de desconfianza e imprevisibilidad", afirmó Ian Kearns, director del ELN, citado por The Guardian.
El informe del centro de ELN titulado "Cómo prepararse para lo peor: los ejercicios militares de Rusia y la OTAN hacen la guerra en Europa más probable" llama a ambas partes a comunicarse más y mejorar la transparencia de sus actividades militares.
Dicho documento también anima a las partes a reducir la escala de sus maniobras militares y comenzar a trabajar en un nuevo tratado que limite los tipos de armamentos permitidos para el despliegue a lo largo de sus fronteras.
En el informe del ELN se analizan las dos maniobras recientes mayores, los ejercicios rusos realizados en marzo con la participación de 80.000 efectivos de diversas unidades de todo el país y Escudo Aliado (Allied Shield) de la OTAN, maniobras aéreas que involucraron a 15.000 efectivos de 22 países.
"Ambos ejercicios muestran que cada parte se basa en sus entrenamientos en las capacidades de la contraparte y tomando en cuenta los escenarios de guerra más probables", reza el informe.
El informe del ELN citado por The Guardian sostiene que la práctica de Rusia de no avisar con antelación la realización de sus maniobras añade al riesgo de enfrentamientos no deseados y contribuye al nivel general de tensión.
El documento agrega que ambas partes deben aprovechar los mecanismos de la OSCE para transmitir detalles de los ejercicios militares con antelación y llama a ambas partes a sopesar los costos y beneficios de la realización de ejercicios intensivos en las zonas fronterizas, y mostrar moderación en la escala de las maniobras.
El centro de estudios de la ELN, conformado por antiguos ministros de Defensa y altos funcionarios de Europa y Rusia, instó a buscar "un nuevo tratado que establezca limitaciones territoriales recíprocas en el despliegue de categorías específicas de armas, respaldado por un sistema seguro de inspecciones".