"Nuestro Gobierno continuará aplicando presión sobre Corea del Norte basada en la disuasión", dijo citada por la administración presidencial al reunirse con el canciller británico Philip Hammond.
Sin embargo, indicó que "a la vez seguiremos esforzándonos para reanudar el diálogo con Corea del Norte".
Hammond condenó enérgicamente el ataque de Corea del Norte, que calificó de una violación del Acuerdo de Armisticio que puso fin a la Guerra de Corea de 1950-53.
Corea del Sur acusa a su vecino del norte de haber colocado intencionalmente en la parte sureña de la zona desmilitarizada entre los dos países tres minas terrestres que provocaron heridas a dos sargentos surcoreanos durante un patrullaje rutinario el pasado 4 de agosto.