Además Gabúev, jefe del programa "Rusia en la región Asia-Pacífico" del Centro Carnegie, ha descartado en declaraciones a RIA Novosti el aumento de la influencia del mercado en la determinación del tipo de cambio de la divisa china, subrayando que es más probable que tenga lugar la tendencia contraria.
Las autoridades monetarias del gigante asiático redujeron este martes la cotización oficial del yuan de 6,1162 a 6,2298 por dólar para mantener la estabilidad de la divisa nacional a un "nivel racional".
Pekín ha aducido que un fuerte yuan ejerce presión sobre las exportaciones que en julio cayeron un 8,3 por ciento anual, mientras los analistas pronosticaban una contracción de 1 por ciento.
La principal inquietud del partido
Gabúev ha calificado la devaluación del yuan como una "medida esperada" en el contexto de los últimos datos de las exportaciones.
"La decisión del Banco Popular se basa en los planes oficiales respecto a la exportación. Es evidente que los datos retrocedieron en el transcurso del año y ahora la tarea es estimular las exportaciones", ha subrayado.
El experto ha explicado que en China hay provincias y zonas en las que se concentran las empresas exportadoras, donde la gente pierde trabajo.
"Este hecho puede generar conmociones sociales, por lo que la primera y principal inquietud del partido es impedir estas conmociones", ha remarcado.
Según sus palabras, las autoridades chinas están preocupadas no solo por los datos de la exportación que incluso podrían ser peores que la estadística oficial, sino también por las noticias corporativas concretas y es que la compañía taiwanesa Foxcom, que produce los iPhone, ha anunciado que abrirá una planta en la India, a la que trasladará una parte de sus operaciones.
El experto recordó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio una evaluación positiva a la anterior cotización del yuan aunque antes declaraba que estaba infravalorado.
El organismo incluso habló de incluir la moneda china en la cesta de divisas que componen los Derechos Especiales de Giro si se eliminaban ciertas restricciones al movimiento de capital.
"Ahora esto es imposible. Creo que la actual decisión se debe a la preocupación por millones de personas concretas que trabajan en la provincia de Guangdong y no a las expectativas de que incorporen el yuan en la cesta de divisas de reserva y tampoco al deseo de seguir las recomendaciones del FMI", indicó.
En su opinión, las conclusiones que Pekín puede sacar de estas dos historias es que debe mantener las palancas de control sobre las finanzas y posponer el establecimiento del tipo de cambio flotante de la moneda nacional.
Consecuencias
Aunque el experto no espera una "guerra de divisas" en la región, tampoco la ha descartado por completo.
En cuanto al impacto de la decisión del Banco Popular en las relaciones económicas con Rusia, Gabúev lo desestimó ya que el "comercio se realiza básicamente en dólares y los pagos en yuanes constituyen apenas el 7 por ciento".