Su mujer, Riham, sufre quemaduras de tercer grado en el 90% del cuerpo y su hijo Ahmad, de 4 años, en el 60%, y los médicos aún temen por sus vidas. Los dos se encuentran ingresados en el Centro Médico Sheba, en Tel Hashomer.
Saed estaba ingresado con respiración asistida en el Centro Médico Soroka, en la ciudad de Bersavé, al sur de Israel, donde fue trasladado desde Duma, una pequeña localidad palestina de 3.000 habitantes donde dos presuntos colonos —según un testigo- lanzaron cócteles molotov por la ventana de su casa, mientras la familia de Saed dormía.
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El primer ministro y el presidente de Israel, Benjamín Netanyahu y Reuven Rivlin, visitaron a los miembros de la familia heridos en el hospital.
Netanyahu dijo que el ataque era "un acto de terrorismo reprensible y horrible".