Morales abundó en que "un estudio reciente del grupo Centennial, contratado por los bonistas, sugería cortar los gastos en educación, incluido el profesorado, lo que ha sido acogido con escarnio".
Mientras, otras voces "han especulado con que el pago no efectuado (el lunes 3) ha sido una medida del Gobierno de Puerto Rico para ver cómo reaccionan los bonistas", sostuvo.
"En otras palabras", añadió, "pagar esa deuda es una obligación moral, no un mandato legal".
Con relación a las repercusiones del default en la isla, Morales aseveró que "no hay mucha actividad en San Juan de Puerto Rico".
"El gobernador (Alejandro García Padilla) acaba de regresar de sus vacaciones, y tampoco parece que se esté moviendo algo en Washington", observó.
Pero, para Morales, "ahora mismo todo consiste en un juego de esperas, aunque también es cierto que existe un deterioro de la percepción de la capacidad del Gobierno para pagar sus deudas".
El lunes Puerto Rico incurrió en el impago de un bono de 58 millones de dólares, alegando que carecía de fondos para hacerlo, si bien desembolsó los 628.000 dólares de los intereses correspondientes.