Tres de los arrestados, a los que se ha puesto bajo detención administrativa –sin detallar los cargos que les imputan y que pueden permanecer en prisión sin juicio– presuntamente pertenecen a un grupo extremista clandestino que planea ataques contra los árabes y busca derrocar al Gobierno, según el Shin Bet.
"Pero la mayoría de los arrestados no tienen una conexión directa con el ataque de Duma", afirma en declaraciones a Sputnik Nóvosti Shlomo Fischer, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, experto en extremismo judío.
Fischer cree que los que siguen estas ideas son pocos en Israel y la mayoría son muy jóvenes. "Son un número más bien pequeño, gente que se conoce en muchos casos, del mismo asentamiento o del colegio. Y la mayoría son chavales", dice el profesor.
El profesor recalca que muchos de ellos proceden de familias judías ultraortodoxas. "Los ultraortodoxos clásicos están alienados del movimiento sionista, son pasivos, estudian la Torá y no se implican en política, pero en los últimos tiempos esto ha cambiado, hay ultraortodoxos que se han pasado al activismo político y no tienen límites", señala Fischer.
"La sociedad haredi (ultraortodoxa) ha cambiado mucho. En los años 50 eran una élite, unos pocos que se dedicaban al estudio de los libros sagrados. Pero han crecido muchísimo y no todos tienen capacidad para dedicarse a este estudio tan intenso, la mitad de ellos no pueden", apunta Fischer.
Fisher apunta que el principal asesino del adolescente palestino Mohamed Abu Jdeir, secuestrado y asesinado –quemado vivo– por tres israelíes en julio del 2014 en Jerusalén, es ultraortodoxo.
Fischer cree que algunos jóvenes que integran grupos judíos extremistas como "Lehava" –que está en contra de los árabes, los homosexuales y la mezcla de los judíos con los no judíos– han sido niños y adolescentes problemáticos, con fracaso escolar y rechazados por la sociedad.