La portavoz añadió que esta cantidad es superior a la que precedió a la crisis de Ucrania.
"Antes de la crisis la misión incluía usualmente cuatro aviones en cada rotación, emplazados en la base aérea de Siauliai, en Lituania", aclaró.
Estonia, Letonia y Lituania carecen de aviones de patrullaje aéreo, por lo que esta misión corre a cargo de sus aliados de la OTAN cuyos pilotos hacen guardia por turnos.
Tras el estallido el conflicto en Ucrania, en 2014, se desplegaron aeronaves adicionales en las bases aéreas de Malbork, en Polonia, y Amari, en Estonia, además de Siauliai.
"Numerosos miembros de la OTAN expresaron el deseo de participar de las medidas de apoyo reforzadas y asignaron 16 aviones para proteger el espacio aéreo del Báltico mientras la necesidad militar era de ocho aviones", dijo Romero.