De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda, entre 2005 y 2010 casi un millón de mexicanos regresaron de los Estados Unidos.
Entre ellos se encontraban decenas de miles de niños que tuvieron que enfrentarse a un choque cultural; "algunos se reencontraron con sus raíces pero otros, nacidos en Estados Unidos, se toparon con barreras hasta de idioma".
En contraste, en el año 2010 había 597.000 niños y niñas con ciudadanía estadounidense viviendo en México, dijo la senadora, quien definió a la población de menores en "situaciones de riesgo en términos educativos, lo que incrementa sus probabilidades de deserción y reprobación escolar".
En los últimos años, el fenómeno migratorio entre México y EEUU se ha modificado drásticamente, afectando principalmente a las niñas, niños y adolescentes quienes "en el contexto de la movilidad se ven en la necesidad de inscribirse en sistemas escolares con características muy diferentes".
La senadora Cuevas anunció que solicitará al Senado un acuerdo para exhortar al Gobierno de México a actualizar el Memorándum de Entendimiento suscrito con EEUU en materia educativa y para que se destinen recursos suficientes a la reinserción educativa de niñas, niños y adolescentes migrantes mexicanos o de origen estadounidense con padres o madres de nacionalidad mexicana.
A los niños y niñas se les exige que cuenten con documentación migratoria vigente y se les cobra derechos por validar sus estudios anteriores, "requisitos que muchas familias no pueden cumplir por la situación de pobreza en la que viven".
"Estos niños se convierten en un sector de la población expuesto a situaciones de riesgo en términos educativos, lo que incrementa sus probabilidades de deserción y reprobación escolar", comentó la legisladora Cuevas.
La comisión de Exteriores del Senado estima que el número de mexicanos menores de edad que dividen su educación en escuelas estadounidenses y mexicanas podría continuar aumentando en los próximos años.