El 4 de agosto de 1995, Croacia lanzó una amplia operación militar para recapturar las zonas centrales del país, pobladas por serbios y declaradas como Áreas Protegidas por las Naciones Unidas.
La Operación Tormenta, una de las etapas finales de la Guerra de Independencia Croata, fue dada por terminada el 7 de agosto del mismo año, poniendo fin a la autoproclamada República Serbia de Krajina, con un balance de cientos de muertos o desaparecidos y hasta 250.000 refugiados serbios.
Según Milosevic, Croacia debe erradicar la ideología y los símbolos de ultraderecha y restaurar el libre funcionamiento de la Iglesia Ortodoxa Serbia.
"Croacia debe también demarcar de manera imparcial la frontera con Serbia por el río Danubio", agregó el presidente de la organización de veteranos.
El conflicto armado, que se saldó con unos 20.000 muertos por ambos bandos, comenzó cuando Croacia declaró su independencia de Yugoslavia en 1991.
Las fuerzas croatas combatieron contra el Ejército Popular Yugoslavo (Ejército Serbio a partir de 1992) y distintas fuerzas serbias apoyadas por Belgrado.
Croacia y Serbia establecieron relaciones diplomáticas en septiembre de 1996, pero siguen disputando la demarcación de la frontera a lo largo del río Danubio.
A finales de julio de 2015, la ministra croata de Exteriores, Vesna Pusic, declaró al comentar el 20º aniversario de la Operación Tormenta que "Croacia celebra la unificación de sus tierras tras la guerra iniciada por la Serbia de aquel entonces, en la que sufrieron decenas de miles de croatas, bosnios y representantes de otros pueblos, serbios inclusive".
Pusic agregó que "Croacia celebra la liberación de una ocupación extranjera y espera el apoyo de cualquier política normal" e instó "a dejar de usar las guerras de los años 90 con fines autopublicitarios".