Tras negarse a ese trámite antes de la espectacular fuga del capo —por un túnel de 1,5 kms construido desde una bodega en una zona rural, hasta la ducha de la celda del líder del cartel de Sinaloa o del Pacífico-, la PGR ha anunciado que obtuvo una orden de detención de un juez federal, para extraditarlo a EEUU, si es recapturado.
Una solicitud formal de extradición fue presentada por el Gobierno de Barack Obama 17 días antes de la fuga del principal traficante de cocaína desde Sudamérica hasta EEUU, quien escapó el 11 de julio del principal penal de máxima seguridad de México.
"A través de los conductos diplomáticos conducentes, y derivado de un proceso de análisis y diagnóstico de dicha petición, el 29 de julio del presente año, la PGR obtuvo —del Juez Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal- la orden de detención formal con fines de extradición de Joaquín Guzmán Loera", dice un comunicado del órgano federal.
La PGR afirma que realizó un análisis para "verificar que la solicitud cumpliera con los requisitos establecidos en el Tratado de Extradición celebrado entre México y EEUU", país que incluyó en su lista de fugitivos más buscados al Chapo con una recompensa de 5 millones de dólares.
El Chapo se fugó por primera vez en enero de 2001, tras permanecer nueve años preso, y fue recapturado en febrero de 2014, cuando las autoridades de EEUU pidieron su extradición, pero el entonces Procurador General de México, Jesús Murillo, dijo que tramitaría algún día la entrega del ex número uno de la listas de los hombres más buscados de EEUU –después de Osama Bin Laden–, pero "en 300 o 400 años".
EEUU presentó a México la solicitud formal de extradición de Guzmán el pasado 25 de junio, mediante una nota diplomática, es decir 17 días antes de su fuga, reveló a mediados de julio la Procuradora General de México, Arely Gómez, una semana después de la fuga.
El Gobierno de Barack Obama "formuló la petición formal de extradición de Guzmán, a fin de ser procesado por la Corte Federal de Distrito para el Distrito Sur de California por el cargo de asociación delictuosa para importar y poseer con la intención de distribuir cocaína", reveló entonces la Procuraduría General de México en una declaración escrita tras un encuentro bajo juramento en el Congreso.
La revelación de que existía un pedido formal de extradición emitido 17 días antes de la fuga fue hecha dos días después de que el excanciller Jorge G. Castañeda planteó vía telefónica a Sputnik Nóvosti la posibilidad de que el principal traficante de cocaína de Sudamérica hacia EEUU haya precipitado su fuga al sentirse a punto de ser sometido a una extradición.
"No sabemos si esa posibilidad pudo ser factor para escapar por un túnel que ya tenía preparado para escapar", planteó su hipótesis el ex jefe de la diplomacia mexicana, quien participaba como presidente del Consejo Estratégico Franco-Mexicano en las fiestas nacionales de Francia, en el marco de una visita de Estado que el presiente mexicano Enrique Peña Nieto culminó este jueves.
Si existió esa intención de extradición de parte de Peña Nieto, "y si el Chapo se enteró de que se iba tomar esa decisión, parece lógico el escape; pero no sabemos si se había tomado la decisión", dijo Castañeda, coautor de "La Guerra Fallida", y "Los Saldos del Narco", dos libros escritos contra la política antidroga de EEUU impuesta a México.
El presidente Peña debió haber extraditado al máximo jefe del narcotráfico en el continente, ante las debilidades institucionales de México para evitar su fuga que ha desatado una larvada crisis política, dijo vía telefónica desde París a Sputnik Nóvosti el jefe de la diplomacia mexicana durante el gobierno de Vicente Fox (2000-2006).
Castañeda reveló también en esa entrevista que antes de la primera fuga del capo del Cartel de Sinaloa, en enero de 2001, él se quedó esperando los documentos para firmar la extradición a EEUU.
"A mí no me llegaron los papeles para firmar su extradición, pero los hubiera firmado", dijo Castañeda, autor de dos libros muy críticos de la guerra contra el narcotráfico emprendida por el expresidente Felipe Calderón, que ha costado unas 100.000 vidas y 23.000 desaparecidos.