El presidente Evo Morales asistirá el domingo a una ceremonia de entrega de certificados de aymara inicial a 2.500 servidores públicos, coincidiendo con la fecha del 2 de agosto en que expira oficialmente el plazo de tres años para cumplir con la ley.
La Constitución boliviana establece que para acceder a un puesto de la administración pública es necesario "hablar al menos dos idiomas oficiales del país", y una ley de 2012 deja un plazo de tres años para que los funcionarios aprendan un idioma indígena, según el principio de territorialidad.
El viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, aseguró que en una primera etapa el objetivo es que los 350.000 funcionarios públicos del país adquieran elementos básicos de algún idioma, pero que no se pretende que lo manejen perfectamente.
Interrogado sobre los avances dentro del Gobierno, Cárdenas afirmó el martes en rueda de prensa que Morales "habla en aymara o quechua en sus actos. Los ministros están pasando clases", afirmó, según señala el diario La Razón.
Según la Constitución son idiomas oficiales el español y las lenguas de las naciones y pueblos indígenas originarios y campesinos.
Entre ellos se encuentran las lenguas aymara, araona, baure, bésiro, canichana, cavineño, cayubaba, chácobo, chimán, ese ejja, guaraní, guarasu"we, guarayu, itonama, leco, machajuyai-kallawaya, machineri, maropa, mojeño-trinitario, mojeño-ignaciano, moré, mosetén, movima.
Además del pacawara, puquina, quechua, sirionó, tacana, tapiete, toromona, uru-chipaya, weenhayek, yaminawa, yuki, yuracaré y zamuco.
La ley establece que uno de los idiomas debe ser el español y el otro el de la región donde trabaja el funcionario público.