Chile es el único Estado de la región que implementa "completamente los estándares mínimos para la eliminación de la trata", ha "endurecido" las leyes e "incrementado" las condenas para los acusados de trata sexual, al tiempo que continúa proveyendo servicios especiales para las víctimas niñas y mujeres, según el Informe 2015 sobre Trata de Personas.
En un nivel inferior se encuentra Venezuela, en el grupo de países que no solamente no cumplen los estándares mínimos sino que, además, sus "gobiernos no están haciendo esfuerzos significativos para hacerlo".
Con la misma calificación que Venezuela se encuentran Estados como Irán, Corea del Norte, Siria y Yemen, entre otros.
Este es el primer informe en el que el Departamento de Estado no coloca a Cuba en este último grupo.
Los estándares mínimos a los que se refiere el Departamento de Estado incluyen en primer lugar la prohibición legal expresa de las formas más graves de trata y el castigo de las mismas.
Asimismo se considera entre los estándares mínimos penalizar como "delitos graves", con fines de disuasión, la trata sexual en la que la víctima sea un menor de edad o que suponga también la violación, el secuestro o se cause la muerte.
Por último, se considera parte de esos estándares que el gobierno realice esfuerzos serios y sostenidos para eliminar las formas más graves de estos crímenes.
La trata de personas, también definida como "trata humana" o "esclavitud moderna", es el acto de reclutar, albergar, transportar, proveer u obtener a una persona para trabajos forzados o con fines de explotación sexual comercial a través del uso de la fuerza, el engaño o la coerción.
El informe estima que unas 8.000 personas fueron víctimas de trata en toda América, de las cuales poco más de 2.000 fueron identificadas.
La trata más común es la sexual, tanto de mujeres como de niños, y les siguen el trabajo forzado y la servidumbre, tanto de adultos como de menores, y el reclutamiento de niños soldados.