El juez a cargo del caso, Mario Carroza, interroga este lunes a los últimos cuatro acusados del grupo de 11, que fueron detenidos durante el fin de semana.
La causa se reabrió gracias al testimonio del exsoldado Fernando Guzmán, quien rompió el pacto de silencio que mantenían los integrantes de las Fuerzas Armadas implicados en el crimen cometido durante la dictadura (1973-1990).
La otra víctima, Carmen Gloria Quintana, universitaria de 18 años, logró sobrevivir a pesar de las graves lesiones que padeció.
Aquel 2 de julio de 1986, una patrulla comandada por el teniente Pedro Fernández Dittus interceptó a la pareja cuando se dirigían a la manifestación. Mientras a Quintana la rociaron con gasolina desde la cabeza cuando permanecía retenida contra la pared, a Rojas le cubrieron el cuerpo entero, pues estaba tumbado en el suelo.
Poco después, los militares arrojaron a ambos jóvenes a una zanja. Pese al estado en que se encontraban, lograron salir y pedir auxilio.
El joven fotógrafo murió cuatro días después, y Quintana sobrevivió a pesar de tener el 62 por ciento de su cuerpo quemado y requerir varios años de tratamiento.
La madre de Rojas, Verónica de Negri, dijo al diario chileno La Tercera que tiene "confianza en el trabajo y en la investigación" que realiza el juez Carroza.