Los kurdos, que protestan contra esta operación, arrojaron piedras y cocteles Molotov contra los policías y sus autos en las ciudades de Mardin y Jisr, en el sureste de Turquía, la policía usó en respuesta el gas lacrimógeno y mangueras
La situación en Turquía se ha complicado bruscamente durante la última semana tras el atentado terrorista perpetrado por en la frontera con Siria y el asesinato de policías en las provincias del sudeste, reivindicado por PKK.
El Ejército turco lanzó una operación militar el viernes pasado contra el grupo Estado Islámico (EI) en el norte de Siria y contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán en el norte de Irak, usando cazas F-16, carros de combate y artillería.
Las autoridades turcas informaron esta mañana que dos militares del país murieron y cuatro resultaron heridos al explotar un coche bomba en la provincia de Dyarbakir.